Por: Primitivo López
Fecha:2015-02-19

Rechazo y desilusión provocó en la frontera de Texas con México la suspensión de las acciones ejecutivas de alivio migratorio del presidente Barack Obama.

Esta medida entraría en vigor ayer miércoles para beneficiar a cuando menos 5 millones de mexicanos indocumentados en los Estados Unidos.

El congresista federal demócrata texano Henry Cuéllar considera que no todo está perdido.

“Mi opinión va a ser algo que va a ganar el presidente, las personas que creen en la migración vamos a ganar pero va a ser hasta después, es una apelación, es el primer paso, pero las personas se va a tener que esperar”, declaró en entrevista.

La oposición al programa migratorio fue promovido por 26 gobernadores republicanos.

Pero los congresistas demócratas respaldan al presidente Obama.

“Nosotros vemos una filosofía donde queremos ver a esos inmigrantes que sean parte de nuestra sociedad y los republicanos, con mucho respeto, lo miran muy diferente”, puntualizó el congresista Cuéllar.

A la par, un grupo de 33 alcaldes estadounidenses rechazan el bloqueo temporal y confían en revertir el fallo del juez federal Andrew Hanen.

Pete Sáenz, alcalde de Laredo, Texas, consideró que “se necesitan las leyes migratorias comprensivas, se tiene que aclarar esto, porque hay tanta gente en la oscuridad que tiene que salir de esa oscuridad”.

Los munícipes solicitaron en noviembre de 2014 a la corte federal en Brownsville permitir la implementación de las medidas de alivio migratorio.

La Casa Blanca anunció que el departamento de justicia apelará la decisión para seguir con los planes del mandatario norteamericano.

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