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UNIVISION: Texas, la nueva ruta del éxodo cubano

El patrón de inmigración de cubanos a Estados Unidos está cambiando y prueba de ello es el creciente número de ciudadanos del país comunista que se aventuran a ingresar a suelo estadounidense por tierra, a través de la frontera texana.

Para miles de cubanos cruzar la frontera entre México y Estados Unidos a través del territorio texano es una alternativa segura, según Alejandro Ruiz, fundador de la organización Cubanos en Libertad. Para Ruiz, la frontera texana se ha convertido en la nueva ruta de inmigración cubana.

''No se arriesgan a morir en el mar y al llegar al punto de revisión en Laredo, no se les pide visa y se les otorga un salvoconducto para que puedan llegar a cualquier punto de Estados Unidos'', explicó Ruiz.

Según una investigación del Pew Research Center, 46,635 cubanos entraron a Estados Unidos en los 10 primeros meses del año fiscal 2016, a través de puertos de entrada legales. Eso es más que el número de cubanos que entró en todo en el año fiscal 2015 por la misma vía (43,159) y un aumento del 78% en relación con 2014 (24,278).

La mayoría de los cubanos que entran a Estados Unidos por tierra lo hacen por el sector de Laredo, en Texas, de acuerdo con el Pew. Basado en estadísticas de la Patrulla Fronteriza, el Pew estima en más de 70,000 el número de cubanos que han ingresado por ese sector desde comienzos del año fiscal 2014. Esa cifra triplica el número de cubanos que llegaron por Florida en el mismo periodo.

La situación de los cubanos en la isla sigue motivando a muchos a abandonar su territorio para buscar una vida mejor en los Estados Unidos. El éxodo se ha incrementado en los últimos meses debido a las especulaciones de que la normalización de las relaciones de la isla con Estados Unidos podría conducir a que se elimine el beneficio de la política de “pies secos, pies mojados” (que establece que si los cubanos tocan suelo estadounidense se pueden quedar).

“Miles de cubanos han migrado hacia Estados Unidos por tierra. Muchos vuelan a Ecuador, debido a las políticas liberales de inmigración de ese país, y luego viajan al norte a través de América Central y México”, dice el informe del Pew. El recorrido no siempre es fácil y no son pocos los que arriesgan sus vidas en busca de la libertad.

Privilegios en cuestión

Waldemar López es uno de los miles de cubanos que prefirió ingresar a suelo estadounidense por tierra emprendiendo una travesía por la frontera texana. Él, junto con su esposa y su hijito, lograron llegar sanos y salvos a Laredo, Texas.

''Muchos otros cubanos lo han logrado y otros cuantos han perecido, pero ya estamos aquí en tierra americana y esto es grandioso para nuestras vidas, llegamos bien a iniciar una nueva vida'', dijo López cargando una maleta, lo único que trajeron consigo desde Cuba.

El creciente flujo de inmigrantes cubanos a diferentes poblados fronterizos en Texas motivó al congresista texano por el Distrito 28, Henry Cuéllar, a proponer que se cambie la política de ”pies secos, pies mojados“. Cuéllar argumenta que no se puede permitir la llegada de tanto inmigrante y que los cubanos deben ser tratados como los mexicanos y los centroamericanos.

Cuéllar sometió una propuesta para que esa ley sea eliminada y que los cubanos sean tratados igual que los demás inmigrantes.

El nuevo paso para los cubanos

El paso entre Ciudad Juárez en Chihuahua (México) y la ciudad de El Paso en Texas, que históricamente ha visto un flujo constante de inmigrantes de México y América Central, ahora está viendo una gran cantidad de cubanos que ingresan a través de los distintos puentes que conectan ambas ciudades.

En mayo, la Diócesis Católica de El Paso abrió cinco refugios temporales para atender a las familias cubanas. Junto con una misión luterana proporcionan asistencia a unos 3,000 inmigrantes cubanos. Una centena de ellos se ha quedado en El Paso.

"Si a mí me preguntaran qué quiero, si ganar aquí el sueldo mínimo como empleada o trabajar en Cuba como doctora, yo les diría que prefiero quedarme aquí", dice Margarita Ariosa, de 44 años, una médica que dejó su empleo en La Habana, la capital cubana, y ahora trabaja como empleada en una de las tiendas de la cadena Wal-mart en Houston. Ella gana 6.50 dólares por hora.

Una historia publicada por el portal noticioso Houston Chronicle afirma que Ariosa es uno de los 1,000 cubanos que llegan a Houston cada año a través de las asociaciones religiosas que ayudan a los inmigrantes de la isla.

Según cálculos de Aaron Tate, director del servicio a refugiados de Ministerios Interreligiosos de Houston, una organización local que agrupa a creyentes de 10 religiones diferentes y ayuda a refugiados de todo el mundo, un 25% de ese número tiene educación universitaria.