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EL PERIODICO USA: Continúan fondos en el limbo

Tras una charla con el congresista Henry Cuéllar, él asevera que el reembolso derivado de los gastos por la ayuda humanitaria para la ciudad de McAllen y otras entidades del Valle del Río Grande se encuentra en el limbo.

Meses atrás, Cuéllar había anunciado que McAllen era elegible para solicitar fondos federales para reembolsar los más de 300 mil dólares que han gastado para ayudar a los voluntarios de la Iglesia del Sagrado Corazón, tras la crisis humanitaria que se vivió en el 2014.

Sin embargo, dichos fondos, continúan sin ser adjudicados a la ciudad.

Durante la crisis que atrajo a miles de menores de edad indocumentados, principalmente del sur y centro América, la ciudad proporcionó servicios básicos, como duchas portátiles, generadores de luz, trabajadores y horas extras, entre otras cosas.

El alcalde de McAllen, Jim Darling, en su momento realizó la solicitud de la reinversión de dichos fondos, los cuales, entre todo el Valle suma una cantidad por debajo de los 700 mil dólares.

Sin embargo, el alcalde, quien también preside el Consejo de Desarrollo del Bajo Valle del Río Grande, manifestó que ya no hay fondos debido a que el organismo encargado de dispersar el presupuesto federal del Departamento de Seguridad Pública y Seguridad Nacional cuenta con una gran parte de fondos “obligados” por lo que ya no “alcanza” para solventar dinero destinado para ayuda humanitaria.

Contrariamente, el congresista Henry Cuéllar afirmó que es mentira, que los fondos sí existen, pero que lamentablemente el Estado está tomando una posición en la que quieren parecer “duros” contra la frontera.

“Ellos tienen el dinero, solamente que no lo quieren destinar para la ayuda humanitaria”, declaró energético.

Cuéllar manifestó que estaba decepcionado de esta directriz que se está tomando, ya que ni siquiera son fondos estatales los que se están solicitando, sino, son fondos federales controlados por el Estado.

A pesar de no contar con los fondos disponibles, Darling declaró que la ciudad seguirá tratando de ser reembolsada por parte del gobierno federal.

"Por lo que yo sé, han gastado dinero en causas menos nobles que la nuestra”, indicó el alcalde.

La participación de la ciudad en los esfuerzos del Sagrado Corazón ha disminuido significativamente en el año. En su momento, las autoridades municipales estimaban un gasto de alrededor de un millón de dólares, pero los recursos fueron disminuyendo conforme el número de inmigrantes comenzó a bajar.

Ahora, los únicos gastos que McAllen tiene por costear son el salario de un guardia de seguridad por las noches, el combustible para un generador para las duchas portátiles y la pérdida de ingresos por no cobrar a la gente que se estaciona alrededor de la iglesia.

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